En el monte de San Valero, entre los
actuales Miralsot y Velilla de Cinca, en la orilla derecha de este
río, alzaba sus casas el pueblo de Daymús. Sus laboriosos
habitantes, dedicados fundamentalmente a la agricultura y amantes de
las tradiciones religiosas, acostumbraban a asistir a las romerías
de la comarca, entre ellas a la de santa Quiteria.
En efecto, llegado mayo, como todos los
años organizaron la comitiva hacia El Pilaret, situado junto a la
vía que discurre entre Fraga y Zaidín, para lo que tenían que
atravesar el Cinca valiéndose de una barca. La afluencia de vecinos
era mayor que nunca, tanto que en Daymús sólo habían quedado unos
pocos ancianos y algunos niños.
Los romeros subieron a la barca. Por
aprovechar el viaje y ahorrarse una travesía, embarcaron más
vecinos de los que la prudencia aconsejaba. En efecto, cuando la
embarcación había alcanzado la parte central del Cinca, los remeros
perdieron su control hasta terminar naufragando.
La violencia y lo crecido de las aguas,
pues era época de deshielo, volcaron la barca quedando atrapados
bajo su casco la mayor parte de los pasajeros. De quienes pudieron
salir de la trampa y buscaron la orilla pocos la pudieron alcanzar.
Todos murieron ahogados. El pueblo de Daymús quedó diezmado tras
tan terrible tragedia.
Sin embargo, todavía no habían
finalizado ahí las tribulaciones de Daymús y sus gentes, pues poco
después se declaró la peste. Los escasos supervivientes de la
tragedia del Cinca temieron incluso la desaparición del pueblo.
Desesperados, se aclamaron a san Valero, gracias a cuya milagrosa
intercesión lograron salvarse.
No obstante, ante la psicosis colectiva
que los acontecimientos habían provocado, tomaron una decisión
histórica. Por una parte, edificaron junto a Daymús una ermita en
honor de san Valero, su salvador, y, por otra, dejaron sus casas
buscando un nuevo acomodo. Levantaron de raíz un nuevo poblado,
Velilla de Cinca, e hicieron promesa de acudir todos los años a la
ermita de san Valero para agradecerle el amparo y la protección
prestada, costumbre que siguen cumpliendo sus descendientes.
[Datos proporcionados por Eladio Gros,
Félix Montón y Juan A. Sáenz de la Torre. Instituto de Bachillerato de Fraga.]