2.33. LA VIRGEN COLABORA EN LA BATALLA
DE PIEDRATAJADA
(SIGLO XI. BISCARRUÉS)
En su diario, solitario y monótono
deambular por los campos y rastrojeras que rodean al pueblo, un joven
pastor de Biscarrués venía observando desde hacía cierto tiempo
que todos los días, sin excepción alguna, una de las cabras de su rebaño se alejaba
sola de las demás, regresando de nuevo al seno de la manada
transcurrido un cierto tiempo, que no era mucho.
Movido por la curiosidad que le causaba
aquel proceder de la cabra, decidió seguirla un día, dejando el
rebaño al cuidado de sus dos perros pastores. Caminando tras ella a
prudente distancia para no asustarla, vio que se adentraba decidida
en una cueva natural excavada en la roca caliza de un montículo.
No dudó entonces en penetrar también él en la oquedad, donde, con gran sorpresa, halló una bella imagen de la Virgen —luego llamada de Miramonte— y una campana de mediano tamaño.
Cuando, tras poner a buen recaudo su
ganado, llevó la noticia del hallazgo al pueblo, se organizó una
procesión con el párroco al frente, decidiendo trasladar a la
imagen y la campana a la iglesia.
Algunos años después, cuando el rey Sancho Ramírez de Aragón decidió enfrentarse a los musulmanes en
batalla campal para intentar eliminar los obstáculos que se oponían
en su camino hacia el Ebro, pasó por Biscarrués para ponerse
humildemente bajo el amparo y pedir la intercesión de la Virgen, que
le infundió los ánimos y valentía necesarios para vencer a los
moros en la batalla de Piedratajada. Estaba terminando el siglo XI.
Agradecido el monarca por la ayuda celestial, decidió crear una
cofradía compuesta por treinta hidalgos y seis sacerdotes.
La campana es tan milagrosa como la
propia imagen de la Virgen, pues ahuyenta las tempestades y las malas nubes que amenazan las cosechas, a la vez que remedia el dolor de las
parturientas.
[Datos proporcionados por J. Esporrín.]
Tradicionalmente, la historiografía suponía que el emplazamiento de Piedra-Pisada correspondería a la actual Piedratajada, un lugar cercano a Ayerbe. Sin embargo, es insostenible que la palabra “pisada” con el paso de los siglos acabara transformándose en “tajada”, por lo que Ubieto rechazó esta ubicación. Es mucho más plausible que Piedra Pisada evolucionara en Piedra Pesada, Piedra Pisa, Piedra Piza o Piedra Pesa.
http://www.pasapues.es/mapas/comarcas/ribagorza.php
- Ubieto Arteta, A.; “La batalla de Piedra-Pisada” en Revista de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses, vol. 11, 1952, pp. 253-256.