XX
RANDA.
DALT
LO PUIG.
Extén ta vista, observa l´hermosura,
Qu´altra
volta ´ns apar,
De Mallorca, la terra de ventura,
La filla de
la mar.
Hem corregut de camps y de vilatjes
Lo delicat
floret,
Hem cullit per riberes y boscatjes
De Bellesa
l´esplet.
Y ara demunt lo cim del Puig de Randa
S´axampla
´l nostre pit;
L´inspiració la voluntad comanda;
Refrèsca
´s l´esperit.
XX
RANDA.
EN LA CIMA DEL CERRO.
Tiende
la vista, contempla la hermosura, que otra vez se nos aparece, de
Mallorca, la venturosa tierra, la hija del mar.
Hemos
recorrido lo mejor de sus campos y pueblos; hemos gozado á la orilla
de los torrentes, y en lo hondo de los bosques, los tesoros de la
Belleza.
Ahora en la cumbre del Cerro de Randa, dilátase el
pecho; con los nuevos impulsos de la inspiracion, se reanima el
espíritu.
Aquí
vénen, plorant amargues penes
Del mon, los ermitans,
Preferint
á la vida entre cadenes
La vida dels milans.
Sant Honorat
los lliura de desgracia,
S´en puja l´oració;
Los ascolta la
Verge de la Gracia,
Y alcánçalos perdó.
Aquí vengué la
gloria d´esta terra
Lo mártyr Ramon Lull;
Aquí somnis
d´amor, visions de guerra
Giravan per son ull...
La Verge
de la Gracia té edifici,
Que sembla, si be mir,
Arrufat baix
penyal, qu´es com cilici,
De Pedra ´l Monastir.
Veig en
la coma, guarda que pastura,
De Randa ´l llogaret;
Abaix, de
Lluchmajor la vila sura
En estanchs de vinyet.
Prop
d´ella jau lo Camp de la batalla,
¡Recordança cruel!
Lo
rey en Jaume (III) ab l´inimich batalla,
Donant l´ánima
al Cel.
Aquí
vienen, llorando las amargas penas del mundo, los pobres ermitaños;
prefirieron á la antigua vida entre cadenas, la libre vida de las
águilas.
San Honorato los libra de males, y sube su oracion
al Cielo; los escucha nuestra Señora de Gracia, y alcánzales el
perdon.
Aquí vino la gloria de esta tierra, el mártir
Raimundo Lulio; aquí fantaseaba sueños de amor divino, visiones de
cruzadas...
Nuestra Señora de Gracia tiene una iglesia, que,
acurrucada en el hueco de un peñasco, que tiene forma de cilicio, se
parece, si bien se mira, al Monasterio de Piedra, de Aragon.
En
la cañada, desparrámase el lugarejo de Randa, como rebaño que
pace; y abajo, la villa de Lluchmayor flota en un mar de
viñedos.
Cerca de la villa está el Campo de la batalla. ¡Oh
cruel recuerdo! Paréceme ver al rey D. Jaime III pelear
valerosamente, y perder allí la vida.
A
llevant, per la costa, la badía,
Forma lo llunyadá,
D´Alcudia,
com antiga sagetía
D´hont vètla ´s l´Africá.
Y
vers garbí, ¿sentiu com remoreja
Ab les ones lo vent?
De
Palma la badía als peus planeja,
Blava, gran, imponent.
¡Qué
lluny está d´aquí la bella Palma,
En braços de la mar!
¡Deu
te guart, oh Ciutat! ¡Pugas en calma
Eternament
durar!
Setembre de 1881.
Por
la costa de levante, asoma á lo léjos la bahía de Alcudia, como
antigua saetera, desde la cual se vigila á los Africanos.
Y
mirando á poniente, ¿oís el rumor de las olas y los vientos? La
bahía de Palma se extiende á nuestros piés, azul grande,
majestuosa.
¡Cuán
léjos está de aquí la bella Palma, abrazada por el mar! ¡Guárdete
Dios, ciudad mía! ¡Ojalá vivas en paz eternamente!
(V.
nota 15.)