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lunes, 23 de agosto de 2021

Geroni Rosselló, LO CASTELL DE L'ARMONÍA.

LO CASTELL DE L'ARMONÍA.


(Á n'en Marian
Aguiló.)


Dalt un puig coronat
d'àrbres


Que domina monts y
plans,


Hi ha el castell de
les sèt torres,


De los sèt portals
murats.





¡Qué n'es de
hermosa la reyna


Que s'alberga en est
palau!


¡Qué n'es la reyna
de rica
!


Y lo castell ¡qué
n'es d'alt!





Lo merlet de mes
amunt


Té la senyera
onejant;


De drap n'es de
plata fina,


Ab un sòl tot d'or
brodat.





EL CASTILLO DE LA ARMONÍA.


(Á D. Mariano
Aguiló.)


Señoreando montes y
llanos, y sobre altísimo pico coronado de árboles copudos,
descuella el castillo de las siete torres muradas.


¡Qué hermosa es la
reina que se alberga en este alcázar! Qué rica, qué rica es la
reina! y cuán elevado el castillo!


En la mas alta de
sus almenas ondea un vistoso estandarte: de plata fina es su tela, un
sol bordado en oro entre sus pliegues relumbra.





Lo Castell de l'Armonía


Li diuen los
naturals,


Perque n'ixen
suspirs dolsos,


En surten dolsos
cantars.





Set donzelles té la
reyna


Que sempre la córt
li fan;


Y sèt gentils
cavallers


Li guardan los set
portals.





Elles son:
Sabiduría,


Bellesa, Fe,
Veritat,


Virtut, Puresa,
Esperansa,


Totes sèt d'estirpe
real.





Y los cavallers:
Amor,


Enteniment elevat,


L'Entusiasme, lo
Poder,


Enginy, Sentiment,
Còr-franch.





Gran fama logra la
reina


Per son parlar
celestial,


Per axò son molts
que l'aman,


Mes son pochs los
estimats.





Venturós qui la pòt
veurer


Sens lo vel que
porta al cap;


Mes venturós si
ella 'l mira;


Si sonriu ¡fortuna
gran!





Castillo de la Armonía le apellidan los naturales, porque de sus
muros encantados salen a todas horas dulcísimos suspiros, brotan
melodiosos cantares.


Siete doncellas
pulidas hacen siempre la corte a la reina: siete gallardos caballeros
custodian las siete puertas del castillo.


Las doncellas se
llaman: Sabiduría, Belleza, Fé, Verdad, Virtud, Pureza, Esperanza.
Las siete son de régia estirpe.


Y los caballeros:
Amor, Entendimiento levantado, Entusiasmo, Poder, Ingenio,
Sentimiento, corazón- franco.


Por su habla
celestial, gran fama se ha grangeado la reina; por esto muchos son
los que la quieren, pero a pocos corresponde la bella esquiva.


Venturoso aquel que
acierta a contemplarla cuando el velo que cubre su rostro no anochece
su peregrina beldad. Mas venturoso si ella le mira. Afortunado del
todo si le sonríe.





Molts n'hi pugen, molts n'hi pugen,


Molts, romeus, se
n'hi han pujat;


Mes casi tots s'en
devallan


De desdeny los còrs
nafrats.





¿Quína llansa hi
ha prou fina,


Que dels cavallers
guardians


En los escuts no se
rompia,


En los escuts de
diamant!





¿Quína mirada hi
ha tendra,


Quína paraula que
bast


Pera guanyar les
donzelles


Que guarda a la
reyna fan?





Los qui s'hermosura
han vista


Maravelles n'han
contat,


Y el món sospés òu
encare,


Ou l'èco de son
parlar.





Sa veu es lo sò
d'una arpa


Perdut de nit per
l'espay;


Sa semblansa n'es lo
sòl


Que té la mar per
mirall.





Quant per maig mira
la terra


Reverdexen tots los
camps;


Mira el cèl en nit
serena


Y romàn tot
estrellat.





¡Cuántos trepan al castillo! ¡Cuántos trepan! Muchos peregrinos
emprendieron animosos el áspero sendero. ¡Infelices! Ellos han
bajado con la espina del desden clavada en sus corazones.


¿Qué lanza hay de
tan bien templado acero que en los escudos de los siete caballeros
guardianes no se quiebre? ¿no se quiebre en sus escudos de
diamantes?


¿Qué miradas hay
tan tiernas, qué palabras tan entrañables, que puedan avasallar el
corazón de las siete doncellas?


Milagros de su
hermosura, milagros que el mundo oye todavía lleno de asombro, han
contado todos los que han tenido la suerte de verla.


Sonido es de arpa
celeste su voz angelical, sonido de arpa que en la calma de la noche
ondea por el espacio; su semejanza es el sol cuando en el anchuroso
mar se espeja.


Miran sus dulcísimos
ojos a la tierra en la estación de las flores, y los campos
reverdecen: mira el cielo en noche serena, y las estrellas lo
abrillantan en seguida.





Plòra la nit la rosada


Quant ella a dormir
s'en vá;


L'aucéll canta, la
flor s'òbri


Quant ella es vòl
despertar.





¡Ó qué n'es de
trista cosa


Estar d'ella
enamorat,


Y rendirse a mitx
camí


Del sender per on hi
van!





- Pelegrí, bòn
pelegrí,


Pelegrí del món
cansat,


¿On t'en vás per
estes penyes,


Camina caminarás?





- Jò m'en puig
muntanya amunt,


Jo m'en vaig
pelegrinant,


Ferit d'amor d'una
reyna


Que sommíi des que
som nat.





Jo vull que s'alé
m'etsís,


Jo vull que s'alé
m'abrás,


Y daré tota ma vida


Per morir dins son
palau.





Sent que l'ánima
illumina,


Que del còr les
ales bat,


Y sent per tot sa
presencia


Sens poderla veure
may.





Cuando el sueño la rinde, vierte la noche lágrimas de rocío; las
aves cantan, la flor se abre, cuando se despierta.


¡Triste, muy triste
es estar de ella enamorado, y desmayar a medio camino del que a su
palacio conduce!




- Peregrino, el buen
peregrino, cansado ya de las asperezas del mundo ¿adónde vás por
estas peñas, camina que caminarás? (1)




- Monte arriba,
monte arriba; peregrino soy de celestes amores, herido el corazón
por el amor de una reina que he visto flotar radiante en mis sueños
infantiles.


Quiero que su
aliento perfumado me hechize, quiero que su hálito de fuego me
abrase, dar quiero toda mi vida para alcanzar la dicha de morir en su
palacio.


Siento que se inunda
el alma mia de gloriosa lumbre, que mi corazón aletea; por todas
partes siento su presencia, y sin embargo no he podido verla jámas.





La sent dins la llum del cèl


Y dins los nuvols
daurats,


Dins los bells
colors del íris,


Dins la pluja, dins
lo llamp.





Errant vá per los
boscatjes,


Y puja per los
penyals;


S'assèu dels rius a
la vòra,


Passeja vergers y
prats.





N'es lo suspir del
ramatge,


N'es l'escuma de la
mar,


N'es lo perfum de
les roses,


N'es del rossinyol
lo cant.





No hi ha res de
béll, de noble,


En el món no hi ha
res gran,


Ont lo seu alé no
hi senta,


L'ardor de son foch
sagrat.





Jo vull viure sols
per ella,


Jo cantant vull
espirar:


Vull que'm don la mà
d'esposa,


Vull que l'ánima
m'inflam'.





Animeta, llum de
Deu,


Lo camí te cansará;


Deixa lo pes de ton
còrs


Que t'en portas
rossegant;





La siento en la luz del cielo, en las atornasoladas nubes, en los
gayos colores del iris, en la lluvia que cae, en el rayo que estalla.



Errante va por
los boscages umbrosos, subo por los peñascos, se asienta a la márgen
de los ríos, pasea magestuosamente prados y vergeles.


Es el suspiro del
ramage tembloroso, es la espuma del mar, es el aroma de las
rosas, es el canto del ruiseñor.


Nada bello, nada
noble, nada grande puede existir en el mundo, si no le
vida su aliento inmortal, el ardor de su fuego sagrado.


Únicamente por ella
quiero vivir; quiero espirar con dulces canciones en los labios;
quiero que me dé la mano de esposa, quiero que el ánima me inflame.


¡Alma mia! Luz de
Dios! El camino te fatigará. Suelta la carga molesta de ese cuerpo
que a remolque llevas.





Aixampla tes ales blanques,


Pren ton vol fins
allá dalt;


Colomet, volta la
torre,


Volta y tórnala a
voltar.





Deu te guart de los
falcóns,


D'els espervérs y
miláns,


De les fletxes de
los vicis,


De los vicis Deu
t'en guart.





Molts han de ser
qu'envejosos


A ton cor li apunten
l'arch,


Mes la fe será la
forsa


Qu'en tes ales
trobarás.





No hi haurá secrets
per tú


Dins lo oscur del
còr humá,


Ni tendrá el futur
cap sombra,


Ni cap sombra lo
pasat.





Cantarás lo bé del
mon,


Plorarás del mon lo
mal;


Colomet, volta la
torre,


Volta y tórnala á
voltar.





De la gòtica
finestra


Poset demunt los
pilars;


Pasa sales,
pasa alcoves,


Pasa cambres
de crestall.






Estiende tus níveas alas hacia las alturas sublimes; toma el
vuelo, palomita, revolotea, revolotea al rededor de la torre.


Dios te libre de los
halcones, de los gavilanes y milanos; de las flechas de los vicios,
…. sobre todo de los vicios, Dios te libre.


Solo así el corazón
humano descorrerá el velo de sus más recónditos secretos; ninguna
sombra en lo venidero, ninguna sombra en lo pasado.


Envidiosos te
sobrarán que asesten el arco contra tu corazón; pero una fuerza de
lo alto dará empuje a tus alas, la Fé.


Cantarás el bien y
las dichas del mundo, llorarás del mundo el mal; palomita voltea la
torre, voltéala y vuelve otra vez a voltearla.


Pósate en los
delicados pilares de la gótica ventana; pasa salas, pasa alcobas,
pasa cámaras de cristal.





Si 't demanan sant y senya:


Poesía els
respondrás.


¡Gloria á tots los
qui s'en venen!-


Dolsa música 't
dirá.





En lo jardí llavors
entra,


Ahont ton ídol
trobarás,


Y poset dalt el
llorer,


Dalt el llorer
inmortal,





Y arranca'n sols una
fulla


Y ab ton béch la'm
portarás,


Per la gloria d'un
sol nòm


Que dins lo còr
tinch tancat.





Si te piden santo y
seña, Poesía contestarás.-


¡Gloria a todos los
que de allí vienen! - te dirá una música dulce y deliciosa.


Entra en el jardín
entonces, en donde encontrarás a tu ídolo; descansa a la sombra del
laurel eterno, galardón de tus inmortales tareas;


Y arráncale una
hoja tan solo y tráemela en tu pico, para la gloria de un solo
nombre que en el sagrario de mi corazón tengo encerrado.

miércoles, 21 de julio de 2021

XX, RANDA, DALT LO PUIG.

XX

RANDA.
DALT
LO PUIG.

Extén ta vista, observa l´hermosura,
Qu´altra
volta ´ns apar,
De Mallorca, la terra de ventura,
La filla de
la mar.

Hem corregut de camps y de vilatjes
Lo delicat
floret,
Hem cullit per riberes y boscatjes
De Bellesa
l´esplet.

Y ara demunt lo cim del Puig de Randa
S´axampla
´l nostre pit;
L´inspiració la voluntad comanda;
Refrèsca
´s l´esperit.

XX
RANDA.
EN LA CIMA DEL CERRO.



Tiende
la vista, contempla la hermosura, que otra vez se nos aparece, de
Mallorca, la venturosa tierra, la hija del mar.

Hemos
recorrido lo mejor de sus campos y pueblos; hemos gozado á la orilla
de los torrentes, y en lo hondo de los bosques, los tesoros de la
Belleza.
Ahora en la cumbre del Cerro de Randa, dilátase el
pecho; con los nuevos impulsos de la inspiracion, se reanima el
espíritu.




Aquí
vénen, plorant amargues penes
Del mon, los ermitans,
Preferint
á la vida entre cadenes
La vida dels milans.

Sant Honorat
los lliura de desgracia,
S´en puja l´oració;
Los ascolta la
Verge de la Gracia,
Y alcánçalos perdó.

Aquí vengué la
gloria d´esta terra
Lo mártyr Ramon Lull;
Aquí somnis
d´amor, visions de guerra
Giravan per son ull...

La Verge
de la Gracia té edifici,
Que sembla, si be mir,
Arrufat baix
penyal, qu´es com cilici,
De Pedra ´l Monastir.

Veig en
la coma, guarda que pastura,
De Randa ´l llogaret;
Abaix, de
Lluchmajor la vila sura
En estanchs de vinyet.



Prop
d´ella jau lo Camp de la batalla,
¡Recordança cruel!
Lo
rey en Jaume (III) ab l´inimich batalla,
Donant l´ánima
al Cel.







Aquí
vienen, llorando las amargas penas del mundo, los pobres ermitaños;
prefirieron á la antigua vida entre cadenas, la libre vida de las
águilas.

San Honorato los libra de males, y sube su oracion
al Cielo; los escucha nuestra Señora de Gracia, y alcánzales el
perdon.

Aquí vino la gloria de esta tierra, el mártir
Raimundo Lulio; aquí fantaseaba sueños de amor divino, visiones de
cruzadas...

Nuestra Señora de Gracia tiene una iglesia, que,
acurrucada en el hueco de un peñasco, que tiene forma de cilicio, se
parece, si bien se mira, al Monasterio de Piedra, de Aragon.



En
la cañada, desparrámase el lugarejo de Randa, como rebaño que
pace; y abajo, la villa de Lluchmayor flota en un mar de
viñedos.

Cerca de la villa está el Campo de la batalla. ¡Oh
cruel recuerdo! Paréceme ver al rey D. Jaime III pelear
valerosamente, y perder allí la vida.





A
llevant, per la costa, la badía,
Forma lo llunyadá,
D´Alcudia,
com antiga sagetía
D´hont vètla ´s l´Africá.



Y
vers garbí, ¿sentiu com remoreja
Ab les ones lo vent?
De
Palma la badía als peus planeja,
Blava, gran, imponent.

¡Qué
lluny está d´aquí la bella Palma,
En braços de la mar!
¡Deu
te guart, oh Ciutat! ¡Pugas en calma
Eternament
durar!

Setembre de 1881.







Por
la costa de levante, asoma á lo léjos la bahía de Alcudia, como
antigua saetera, desde la cual se vigila á los Africanos.



Y
mirando á poniente, ¿oís el rumor de las olas y los vientos? La
bahía de Palma se extiende á nuestros piés, azul grande,
majestuosa.



¡Cuán
léjos está de aquí la bella Palma, abrazada por el mar! ¡Guárdete
Dios, ciudad mía! ¡Ojalá vivas en paz eternamente!

(V.
nota 15.)

martes, 20 de julio de 2021

XV, SON ORDINAS.

XV

SON
ORDINAS.
A MADONA CONSOLACIÓ FABRA DE FUSTER.

En
quelque climat que j´érre
Plus que touts les autres líeux

Cet hereux coin de la térre
Me plait, et rit á mes
yeux.



(Fénelon.)



Entre
´l Puig de l´Aucadena
Y lo castell d´Alaró,
La vall
d´Ocmadrá s´axampla,
Revoltada de turons.

¿T´en
recordas? Díes eran,
Los díes primers d´Agost,
Que de
Lloseta surtíam
Per veure vostra partió.

Caminant enver
ponent,
De la tarde á la claror,
Arribárem á la
casa,
Ardits, entrada de fosch.



XV
SON
ORDINAS.



A
CONSUELO FABRA DE FUSTER.

Entre el Monte de la Alcadena y el
derruido castillo de Alaró, en el centro de la Isla de Mallorca, se
extiende el pintoresco Valle de Ocmadrá, ceñido de cerros.

¿Te
acuerdas? Corrían los primeros días de Agosto. Salímos una tarde
de Lloseta, para ir á ver el predio Son Ordínas, situado en aquel
valle.

Caminando hácia poniente, con el entusiasmo propio de
jóvenes viajeros, llegamos al cortijo, cuando los últimos rayos del
crepúsculo de despedían de nosotros.


Quína
casa tant alegre;
Gran y rica possessió;
Per tu qui vius de
grandeses,
Per tu qui lo camp adors.

L ´oratje passa
tranquil,
Ple d´embalsamada olor,
Que xupa d´arbres
fruyters,
De blats y mates y polls.

Un cel puríssim nos
volta
Ab argentada lluentor;
Blau cortinatje de seda
Suspés
sobre ´ls cims dels monts.

De matí, quant l´auba guayta
Del
Orient per lo balcó,
Tota la vall s´enllesteix,
Fadrina en
festa major.

Per la casa, en los parrals,
Marruquejan los
coloms;
En los ametlers s´ascolta
Xerradissa de gorrions.

De
los sementers revolan
Les guátleres als rostolls,
Y per
l´ample espay s´aguantan
Com inmòvils los voltons.



Qué
casa tan alegre; qué posesión tan vasta y abundante: digna de ti
que vives de grandezas; digna de ti que deliras por el campo.

Soplan
mansos cefirillos, embalsamados con los suaves olores que roban á
los árboles frutales, á los trigos, á las floridas matas y álamos
blancos.

Un cielo purísimo abriga la tierra con plateados
reflejos, cual inmenso cortinaje de seda azul, apoyado sobre las
altas cumbres.

Cuando el alba se asoma por los balcones del
Oriente, el valle entero se engalana, como doncella en la fiesta del
Santo Patron.

En los parrales de la casa se arrullan las
palomas; en los almendros charlan los gorriones.

Las
codornices vuelan de las sementeras á los rastrojos; y en el
infinito espacio se sostienen inmóviles los
buitres.

Allí
Natura regala,
Mare fecunda, sos dons,
Al home, rey de la
terra
Qui la festeja ab amor.

La vetlada los missatjes,
La
gent de feyna, al entorn
De la llar, resan ab l´amo
Les
cristianes oracions.

Los Diumenjes, surt apenes
De lo día
la claror,
Quant en l´oratori veuen
Levar LA VÍCTIMA
tots.

En l´ivern les titinoyes
Seguexen als sembradors,
Y
l´áliga per les neus (nuus, nubes traduíx mes
avall
)
S´en du ´l robat anyelló.

En la dolça
primavera,
Per la Pascua del Senyor,
Cullita de rosses
faves
Replegan á forfollons.

Remat de blanques ovelles,
De
negres cabres y bochs,
Destinan al sacrifici,
Trists y alegres,
los pastors.



Allí
Naturaleza, madre fecunda, regala sus dones al hombre, al rey de la
Creacion, que la cuida amorosamente.

Durante la velada los
labriegos y mozos de labranza, al rededor del hogar, rezan con el
cortijero las oraciones del Cristianismo.

Los Domingos, apénas
luce la claridad del alba, se van al Oratorio, á ofrecer a Dios la
augusta VÍCTIMA.



En
el Invierno las pajaritas de nieve siguen á los labradores; miéntras
el águila se cierne en las nubes, con el robado corderillo en las
garras.

En la dulce Primavera, por la Pascua del Señor, se
recoge á montones la cosecha de rubicundas habas.

Tristes al
par que alegres los pastores, destinan al sacrificio rebaños de
blancas ovejas, de negras cabras y machos de cabrío.



L´estiuada,
grosses garbes
De blat s´extenen per tot;
Y en l´era, entre
munts de palla,
Estols de forts segadors.

Per Sant Llorens
belles figues,
Per Sant Bernat fresch bessó;
Y en Setembre ´l
Sol madura



Entre
pámpols el rich most.

Vénen boyroses diades,
Y plujes de
la tardor;
Llestes cullidores cullen
L´oliva, cantant
cançons.

Lo tafoner també canta
En la tafona afanyós;
La
prensa prem les olives,
L´oli regalima á doll.

¡Quína
casa tan alegre!
¡Gran y rica possessió!
Natura en ella vos
dona
Sos homenatjes mellors.

De la casa de tos
pares
Exires, Consolació;
Es digna de tu exa casa
Dels
pares de ton espòs.



En
el verano enormes gavillas de trigo se descubren por do quier; y en
las eras, entre montes de paja, grupos de tostados segadores.

Por
San Lorenzo, se cogen magníficos higos; por San Bernardo, rojizas
frescas almendras: y en el mes de Setiembre, el Sol hace madurar, á
la sombra de los pámpanos, el rico mosto.

Y llegan los
nebulosos días, y las lluvias del Otoño: y ágiles aceituneras
recogen cantando el precioso fruto.

Tambien el almazarero
canta afanoso en la almazara; la prensa estruja las aceitunas; el
aceite escurre á borbotones.

¡Qué casa tan alegre! ¡Qué
posesion tan vasta y rica! Naturaleza os tributa allí sus grandes
homenajes.

De la casa de tus mayores acabas de salir,
Consuelo; es digna de ti esa casa de los padres de tu esposo.



¿T´en
recordas? Un migdía,
Per fugir la xafogor,
Anárem al bosch.
Tu gosas
Del bosch á dins les negrors.

Entre alzines
centenaries
Que s´abraçan ab los rochs,
El torrent del
Astorell
Forma gegantesch un gorch.

Devora ´l Gorch
de María
,
Sobre penyal alterós,
De les alzines á
l´ombra,
Respirant l´oratje dolç;

Parlávam de la
bellesa
Derramada pe´l Creador,
De les llegendes antigues,
De
les velles tradicions.

De Catalunya y Mallorca
Los dos
genis protectors,
Venían á ferte ofrena
D´un vell
esdevenidor.

¿T´en recordas? Oblidarho
Possible fore;
mes no;
No hu oblidarém, Madona,
En tant lo mon sía
mon.

Agost de 1880.



¿Te
acuerdas? Una mañana, á eso del mediodía, para huir de los ardores
caniculares, nos fuímos al bosque. Tú gozas inmensamente en la
oscuridad de las selvas.

Entre encinas seculares, abrazadas á
las rocas, el torrente del Astorell forma gigantesco remanso.

Junto
al Remanso de María, sentados en alta peña, á la sombra de
las chaparras, respirando el puro ambiente;

hablábamos de la
belleza derramada por el Creador, de las leyendas antiguas, de las
viejas tradiciones.

Los dos genios protectores de Cataluña y
Mallorca, venían, en alas del deseo, á ofrecerte brillante
porvenir.

¿Te acuerdas? - Olvidarlo posible sería; mas, no;
no lo olvidaremos, Señora, miéntras dure nuestra existencia en el
Mundo.

lunes, 22 de junio de 2020

256. BALANDRÁN, ELEGIDO HERALDO DE LA VIRGEN DEL PUEYO


256. BALANDRÁN, ELEGIDO HERALDO DE LA VIRGEN DEL PUEYO
(SIGLO XII. BARBASTRO)

256. BALANDRÁN, ELEGIDO HERALDO DE LA VIRGEN DEL PUEYO  (SIGLO XII. BARBASTRO)


Estamos en pleno somontano barbastrense y, más concretamente, en el pueblecito de Morilla de Ilche. De aquí era Balandrán, un muchacho nacido en el seno de una familia bastante humilde, que ayudaba con su trabajo de pastor al sostenimiento de la misma.

Entre los lugares preferidos por sus ovejas para pastar, pocos como el montículo del Pueyo, en las cercanías de la ciudad de Barbastro. Allí se hallaba precisamente un día cuando, tras recoger el rebaño en un redil, se disponía a tomar un bocado y a pasar la noche en una pequeña cueva que él mismo había acondicionado y le servía de amparo.

Tras comer el pan y las magras de rigor, se dispuso a rezar para arrebujarse en la manta. Le acompañaba su perro. De pronto, en el silencio del monte, oyó que alguien le llamaba por su nombre. Muy temeroso y desconfiado, se acercó al almendro de donde parecía proceder la voz misteriosa y, atónito por lo que veía, hincó sus rodillas en tierra. Tenía ante sí a la Virgen, apoyada en una de las ramas del árbol.

Dialogó como pudo con ella, que le solicitaba que fuera a Barbastro a contar lo sucedido y, sobre todo, a manifestar a los barbastrenses su deseo de que se le construyera en el Pueyo un santuario donde mejor acomodarse. Para que no le tomaran por necio o que pudieran no creerle, le grabó una señal indeleble en la frente.

Los habitantes de Barbastro, con el clero y las autoridades al frente, fueron en procesión hasta el Pueyo al día siguiente. En el almendro, mientras las ovejas pastaban solas por la ladera, la imagen sonriente de la Virgen, llamada del Pueyo desde ese instante, convenció a todos.

Pocos meses después, en la cima misma del pueyo o montículo, (podium : podion : puig : pui : puch : puy : poggio) había nacido un hermoso santuario, lugar habitual de peregrinación de todos los pueblos de la comarca que se domina desde lo alto. Balandrán, aun sin dejar de apacentar a sus ovejas, decidió dedicarse al servicio de Nuestra Señora, a la que pronto honraría una comunidad entera de frailes.

[Faci, Roque A., Aragón..., I, págs. 189-191. Rincón, W., y Romero, A., Iconografía... II, pág. 31.]