287. LOS FALSOS FRAILES (SIGLO XV.
DAROCA)
Predicaba un día el fraile valenciano
Vicente Ferrer en Zaragoza en la catedral de San Salvador. En un
momento de su plática, comentaba a los fieles cómo esta ciudad
podía presumir de ser una de las que más limosnas
aportaba para la atención a los
menesterosos, e incluso destacaba que vivía en ella un comerciante
de paños que vestía gratis a quien acudiera en nombre de Dios para
tomar el hábito dominico. Era aquella la parte positiva de su
argumento.
Sin embargo, advertía que, por otro
lado, se había descubierto a muchos truhanes que, bajo ese pretexto,
intentaban estafar a tan altruista comerciante, pues eran ladrones
sin conciencia ni escrúpulos. Y denunciaba que le constaba que ese
mismo procedimiento engañoso se estaba dando en otras ciudades y
pueblos de Aragón, así es que alertaba a todas las gentes de buena
fe para que los denunciaran a las autoridades.
Ahondando todavía más en el asunto,
dijo haber recibido un correo de Daroca, que había hecho el trayecto
en menos de veinte horas, y le puso de manifiesto que un hombre
llamado Bernat Aguiló se había presentado en nombre del propio
Vicente Ferrer pidiendo socorros. Contando con tan acreditada
recomendación, accedieron en la tienda a darle los paños precisos
para que se vistiera, mas el interfecto dijo preferir mejor dinero
contante y sonante.
Aquello levantó las sospechas del
dueño y de los dependientes y decidieron ponerlo en conocimiento de
los agentes municipales que optaron por retenerlo mientras se
aclaraba si pertenecía o no a la orden dominica. Como resultara ser
mentira, fue encarcelado.
De la misma manera, continuó el
predicador, existen mujeres rameras que utilizan engaños parecidos,
así es que todo el mundo debe estar alerta y no hacerles caso, y aun
denunciarlos a todos si no van acreditados por un regidor de la
Orden.
[Vidal y Micó, Francisco, Historia de
la portentosa vida..., pág. 227.]